Ya no cabe,
tampoco en mí,
la idea de la ausencia.
Dije ni la idea, ni ella.
Tampoco la boca, ni su auxiliar.
Pero suena y resuena,
todas las mañanas
el recordatorio
para que antes de salir, la dibuje si no es en mi rostro,
al menos en otra parte.

Quisiera tirar,
desde un quinto piso,
el lenguaje por la ventana.
¡Que reviente en mil pedazos!
imaginación siempre tendremos.

No quiero hacer un guión,
solo un dibujo
Que cuente pero no explique.
Quiero dibujar la sutileza pero cuando comienzo se estropea.
Quiero hacer un poema
Pero cuando lo digo
Desaparece.

(Dibujito)

Hoy dibujo un globo.
En una época tuvo rostro,
pero se lo borré y quedó atónito, anónimo de impotencia.
Y tuvo miedo y estuvo triste.

“pie(s)nso”

Creí haber muerto por la investidura de una palabra.
Creí haber pronunciado la vida en términos equívocos.
Cada bocado se trasformaba en la más deliciosa frase,
que no existe
para mí
la verdad en palabras.

Creí que era noble al hablar,
más me traiciono a mí misma
Intentando traducirme a otro idioma.

Nadie entiende,
que yo digo en imágenes,
Que mi capacidad de la palabra
nunca fue tal,
igual que mi condena
que eternamente
me insta a deber usarlas.

Creo estar desterrada del mundo de la no- imagen
digo en silencio
de mi
y de mis ojos.

"Objetos del abandono"

Los encuentro, los persigo. Si no los retratara, si dejaran de existir, desaparecerían de mi memoria.
En el espacio, abierto, suspendido, ocupando parte de historias que a gritos exigen su presencia.
Presos del pensamiento, de alguien, de alguno que crea.
¡Objeto! Objeto su inexistencia,
Objeto los objetos, la memoria
Los borrones.
¿Y si doblara en la esquina y dejara de verlos y con ellos se fugaran los rostros y los momentos?
Y todo fuera tan ajeno que desconocería hasta mis propias manos
¿y si mi memoria me abandonara?

"La de los ojos"

Más que influencias/ tuve posibilidades.
Más que consejos/ tuve tiempo.
Más que hablar/ escuché bastante.

Sobre todo alcé la mirada,
sobre todo la di vuelta.

Un día dibujé una muñeca sin boca
hacía tiempo,
un tiempo formidable
miré por la ventana,
caía una hoja,
ya era tiempo.